En la actualidad, la sostenibilidad lidera las agendas corporativas y empresariales. Su importancia radica en mantener la prosperidad económica, socioambiental y el impacto reputacional. En Perú, ocho de cada diez líderes en sostenibilidad afirman que sus empresas cuentan con una estrategia formal, según un estudio de Ipsos.
Víctor Alfaro, vocero del comité de sostenibilidad de la Asociación de Empresas Familiares (AEF), destaca que la sostenibilidad va más allá de cumplir expectativas sociales y regulaciones gubernamentales. Es también una forma de asegurar la continuidad del negocio a lo largo de las generaciones.
El Foro Económico Mundial identifica cinco riesgos ambientales entre los diez principales desafíos que enfrentarán las empresas en los próximos dos años. Para Alfaro, el éxito futuro de una empresa no se limita a la rentabilidad a corto plazo. También implica el impacto en las comunidades y el medio ambiente. La inversión en sostenibilidad es rentable y esencial para mitigar riesgos futuros.
La sostenibilidad se convierte en una ventaja competitiva. No solo reduce costos y riesgos a largo plazo, sino que también diferencia productos y servicios en un mercado donde los consumidores valoran la autenticidad y el compromiso con el bienestar.
Empresas familiares encuentran en la sostenibilidad un legado. Al adoptar prácticas comerciales sostenibles, aseguran su propio futuro y el de las generaciones venideras. La sostenibilidad trasciende fronteras generacionales y se convierte en una fuerza unificadora para el bienestar de todos.
