Son variados los errores que se encuentran inmersos en el mundo del e-commerce, como incumplimiento en los plazos de entrega, problemas de comunicación con el servicio de atención al cliente o teléfonos de pago para el consumidor, que son detalles de vital importancia para el comercio electrónico.
Precisamente, Nano Lamberti, CEO y cofundador de Sincro-Online, señala cuáles son esos errores garrafales en la web de un e-commerce y lo que se debería corregir para hacerla eficaz.
1.- No hacer un estudio previo
En su opinión, el mejor ejemplo empresarial para cualquier e-commerce debería ser Amazon,cuyo sitio web se enfoca en gran medida a su target : sus clientes por lo que investiga previamente a la competencia bajo una acertada política de precios. Entonces, es un negocio online interesa ver lo que ofrecen, cómo lo presentan y cómo funcionan.
2.- Descuidar la usabilidad
Esto significa asegurarse de que la web funciona bien. De la misma forma que en un negocio físico, nos aseguramos de identificar los artículos, de mantener la higiene y una buena iluminación, también la web debe presentar el mejor aspecto posible y mostrar su encanto al primer vistazo rápido.
3.- Falta de credibilidad y confianza
Sólo hay un camino de asegurar la credibilidad, que es la honestidad y el cumplimiento con todo aquello que se promete en la web. El consejo de Lamberti es anunciar sólo con aquello de lo que estamos seguros que podemos cumplir, resaltarlo y hacerlo muy visible como valor añadido y, por supuesto, cumplir con la palabra.
4.- Escasa transparencia informativa
Buena parte de esa credibilidad y confianza se obtiene a través de la transparencia que se ofrece como empresa. Por eso, Lamberti, aboga por identificar, de forma clara e inmediata, todas las vías de comunicación que ofrece el e-commerce al usuario. Por eso debe haber una persona de la compañía que facilite las cosas. Eso es algo que olvidan o ignoran muchos e-commerce.
5.- Stock desincronizado
Otro fallo habitual que detecta Lamberti en muchos e-commerce, es la falta de sincronización de los productos que presenta la web con el stock real. Así que se debe actualizar el contenido del sitio y ajustarlo a las existencias.
6.- Fichas de copia y pega
Buscar palabras clave y redactar con detenimiento cada ficha correspondiente a un artículo, es un esfuerzo que compensa en el posicionamiento en los buscadores. La práctica habitual es no complicarse la vida y reproducir el mismo texto que llega en el catálogo, un texto que terminan por compartir todas las web que venden el mismo artículo.
7.- El blog y las redes, muertos
Hay quien concibe el e-commerce como una prolongación de su tienda física. Conforme a ello, han encargado el diseño de la web, han colgado el catálogo y ahí se queda. Si esto va ser el proceder, no va a funcionar, porque si no se tiene intención de dinamizar y actualizar los contenidos, puede ser contraproducente. Lo mismo pasa con las redes, que si entras y ves que llevan meses sin publicar nada, puedes llegar a sospechar que ha dejado de funcionar la empresa.
8.- Ignorar los dispositivos móviles
La mayoría de los e-commerce han realizado ya el diseño responsive para adaptar la web a los dispositivos móviles, pero, si no se ha hecho, no hay que demorar. Hay que saber que ahora la consulta y la investigación previa se hacen, mayoritariamente, a través del Smartphone o la tablet, aprovechando los tiempos muertos de los usuarios.
9.- No anticiparse a las quejas
También en el e-commerce, la popular máxima de “el cliente siempre tiene razón†es válida. Puede suceder que el fallo no sea propio, sino de un tercero, pero nunca es algo que incumba al cliente. Por eso, la recomendación del Lamberti es mantener una actitud proactiva, no esperar a que llame el cliente, sino anticiparse a las quejas, reconocer el fallo y compensarles de alguna forma.