Los especialistas en finanzas personales señalan que existen cuatro pilares importantes que son claves para alcanzar el éxito financiero. Pero, para lograrlo, se necesitan tener claras las prioridades y establecer metas con base en ellas.
1. Las inversiones
Son muchas las personas que se enfocan en obtener más rendimientos, sin ponerse a pensar en el riesgo y sin tener su objetivo en mente. Entonces terminan apostando, no invirtiendo.
2. El crédito
También en muchas ocasiones más que una ayuda, es un factor limitante por lo que hay que saber usarlo con inteligencia.
3. La protección del patrimonio
Pocos piensan en esto: en muchos países de Latinoamérica, la cultura de previsión es bajísima, pero es fundamental.
4. Las prioridades
Se necesita también saber qué es lo más importante para el emprendedor. Si lo sabe, podría enfocarse, y esto es fundamental, porque no se puede hacer todo al mismo tiempo. No en vano, la vida cambia mucho y, en el futuro, las prioridades también lo harán.
Por ejemplo, para un joven universitario lo más importante ser participar en el viaje de fin de semana con los amigos o quizás comprarse un auto. Pero, años más tarde, si se convierte en padre, lo más importante será el bienestar de su hijo.
5. Inversiones y riesgo
Mucha personas desean invertir en algo que les produzca buenos rendimientos, sin riesgo. El problema es que eso no existe. Todas las decisiones que se toma en la vida implican un cierto nivel de riesgo. Por lo menos hay un costo de oportunidad asociado; esto también es un riesgo. El riesgo siempre está presente y por ello es lo más importante que debemos controlar.
A tomar en cuenta
– A medida que se toman riesgos mayores, los beneficios potenciales crecerán, pero también las posibilidades de perder. Lo mismo se aplica en el caso de las inversiones.
– Hay que tomar riesgos apropiados a nuestra edad. Cuando uno es joven, se tiene el tiempo suficiente para resarcir cualquier minusvalía en las inversiones originada por la volatilidad en los mercados financieros. Esta capacidad disminuye después de los 50 años.
– En las inversiones, la percepción de riesgo se puede definir como la volatilidad que puede haber en el valor del portafolio. Es una variable que se puede controlar a partir de una diversificación inteligente.
– Si se invierte desconociendo los instrumentos y sus riesgos a detalle es solamente una forma más de apostar. Antes de comprar cualquier valor, es clave hacer un análisis para determinar el riesgo que implica y sus potenciales de ganancia y de pérdida.