La verdadera historia detrás de los colores preferidos por género

colores-1¿Será cierto que a las mujeres les encanta el color rosa y a los hombres el azul? ¿Qué hay de cierto en este tema de las preferencias. Personalmente no me siento identificado con ninguno de los dos colores, de hecho mi color favorito es el verde. Seguramente que tú también preferirás otro color.

Entonces, ¿por qué hay tantos productos en el mercado de color rosado para las mujeres y de color azul para los hombres? ¿De dónde nace esta historia?

Algunos estudios contradictorios
Ésta es una interrogante que ha estado rondando los ambientes académicos desde hace muchos años. Uno de los estudios más conocidos fue realizado en Gran Bretaña por la Universidad de Newcastle. Los resultados fueron claros: tanto los hombres como las mujeres preferí­an el azul. Sin embargo, se registró una mayor proporción de mujeres en comparación a hombres que preferí­an el color rojo o sus derivados.

Esta singular preferencia fue explicada por los investigadores bajo la premisa que existe un gusto instintivo hacia los colores rojizos por parte de las mujeres debido a que en tiempos ancestrales la mujer en su etapa recolectora preferí­a buscar los frutos rojizos, pues eran por lo general, los que tení­an mayores posibilidades de ser comestibles.

Sin embargo, un estudio realizado en 2013 en Namibia puso en debate los resultados de esta inicial investigación. Las indí­genas de Namibia, que habí­an tenido muy poco o nulo contacto con los medios de comunicación convencionales, no mostraron ninguna preferencia hacia los colores rojizos, por lo que la hipótesis de la primera investigación quedaba descartada de plano.

La identidad sexual
En 2011 otra investigación trató de identificar las diferencias generacionales en materia de color. Para ello, pusieron a diversos infantes menores de 3 años ante objetos de color rosa, azul y de otros colores para averiguar cuáles eran sus preferencias. Tanto las mujeres como los niños elegí­an cualquier color sin distinción alguna.

Sin embargo, unos años después el estudio fue repetido con el mismo grupo de control y ¡oh, sorpresa!, los niños comenzaron a mostrar rechazo hacia los objetos rosas y las niñas de igual manera con los objetos azules. Esto explica dos cosas fundamentales.

Primero, que la conciencia de género que se alcanza luego de los 3 años es decisiva al momento de preferir un color sobre otro. Y segundo, que la preferencia hacia el rosa o el azul proviene de variantes socioculturales y no a factores instintivos.

El marketing, ¿la posible explicación?
Pese a todo, quedaba una explicación a cuestas, ¿por qué los niños comenzaban a preferir el azul, y las niñas el rosa? Muchos siglos atrás, se representaba la figura masculina bajo los colores rojizos y las femeninas bajo los azules. Ejemplos de lo mencionado son los cuadros renacentistas de Jesús ataviado con indumentaria rojiza y la Virgen Marí­a con una capa azulada.

Con el paso de los años, fueron ganando espacio los colores monocromáticos, en especial el blanco para vestir a los bebés varones o mujeres de manera indiferenciada.

Fueron posiblemente las dos primeras guerras mundiales las generadoras del cambio. Los grandes almacenes con el afán de ganar un poco más, decidieron establecer algunas tendencias en materia de color tanto para las mujeres como para los hombres. Y empezaron por las ropas de los bebés. ¿Y por qué se eligieron esos dos colores?

Existen numerosas teorí­as al respecto, por cierto, ninguna de ellas comprobada. Lo único cierto es que de alguna manera, al estar contacto con ropa, juguetes y objetos de cierto color, se refuerza el estí­mulo hacia el niño o niña hacia cierto color. Una historia como para darle color a la vida, ¿no es cierto?

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