Estudio revela que peruanos demandan más servicios y trámites del Estado en lí­nea

tecnologí­a-en-la-nubeEn los siguientes cinco años el Perú tiene una oportunidad única para desarrollarse y reducir desigualdades gracias a la tecnologí­a.

Bajo esta premisa, Microsoft Perú junto a APOYO Consultorí­a e IPSOS Perú presentaron los resultados del informe “Una agenda de desarrollo tecnológico para el Perú del bicentenario”, el cual revela que la aplicación de polí­ticas adecuadas en el uso de TICs, como Computación en la Nube, generarí­a crecimiento de 0.75% en PBI per cápita del Perú.

El estudio también revela que limeños demandan la digitalización del Estado, pero no confí­an lo suficiente en las TICs y, a pesar de ello, tienen muy malas prácticas de ciberseguridad.

El estudio identifica la convergencia de tres factores tecnológicos que en los próximos años cambiarán el contexto de nuestro paí­s:

  • La conectividad en las zonas rurales se duplicará y alcanzaremos 6.1 mil millones de peruanos conectados gracias a la construcción de la red dorsal de fibra óptica que está en ejecución en este momento.
  • La cantidad de teléfonos inteligentes se va a triplicar a nivel nacional, de modo que 58.7% de teléfonos del paí­s serán inteligentes.
  • 5 mil millones de peruanos tendrán acceso a dinero por medios digitales gracias al proyecto de dinero electrónico de ASBANC.
    Para obtener el máximo beneficio de esta convergencia y lograr la modernización del paí­s, el estudio recomienda implementar acciones que permitan fortalecer la institucionalidad; definir polí­ticas públicas en tecnologí­as innovadoras, tales como la computación en la nube; y trabajar en la generación de confianza sobre el uso servicios tecnológicos.

Demanda ciudadana por un Estado moderno
En el estudio, que incluyó un informe sobre las actitudes de los ciudadanos hacia la tecnologí­a, se indica que para que una sociedad aproveche al máximo los beneficios que ofrece el desarrollo de las TICs, es necesario que los gobiernos cuenten con un arreglo institucional adecuado.

Este es clave para determinar y hacer cumplir las reglas de juego entre los usuarios, las empresas y el propio Gobierno, y para promover el desarrollo e implementación de las polí­ticas públicas sobre TICs.

De tal modo qa transformación digital del Estado es una demanda ciudadana con la que el Estado está en deuda; por ejemplo, 42% de los entrevistados como parte del estudio desearí­a poder realizar sus denuncias y quejas online y el 35% quisiera que el voto fuera electrónico.

Una polí­tica pública de computación en la nube
El estudio encargado por Microsoft Perú indica que el reto de la modernización plantea la necesidad de acelerar el proyecto de banda ancha; implementar una polí­tica nacional de computación en la nube, la cual tiene implicancias macroeconómicas muy importantes para impulsar el desarrollo del paí­s; y promover el uso de TICs en las PyMes.

La nube abre la posibilidad de pensar en escenarios como la digitalización del Estado, la penetración del comercio electrónico, el desarrollo de aplicaciones en seguridad, salud, educación, agilizar el crecimiento de las empresas, entre otros.

Cabe anotarque la nube democratiza la tecnologí­a debido a que genera una economí­a de escala que permite a todos acceder al poder tecnológico que usan las corporaciones más grandes del mundo a un costo muy bajo. Así­ que un aumento en tan sólo 10% del gasto público en computación en la nube significarí­a un crecimiento de 0.75% en el PBI per cápita y además generarí­a 11 500 nuevos puestos de trabajo formales.

Confianza ciudadana en los servicios tecnológicos
La globalización y el desarrollo de las TICs hacen que el intercambio de información electrónica a través del ciberespacio aumente constantemente. Esto representa considerables ventajas, pero también aumenta el riesgo de ser ví­ctima de delitos informáticos.

Por ello, es necesario que el desarrollo de las TICs esté acompañado por la implementación de una polí­tica adecuada de ciberseguridad, que permita reducir la vulnerabilidad de los usuarios.

Además, la encuesta revela que 3 de cada 4 encuestados usan contraseñas fáciles de robar por hackers (como el nombre de la pareja, fecha de cumpleaños, dirección, entre otros); sin embargo, 80% de la muestra (y 88% de los jóvenes de 12-24 años) cree que sus contraseñas son “seguras” o “muy seguras”.

Esta sensación de inseguridad genera un rezago en el uso de TICs”, aseguró Patricia Rojas. “Un ejemplo de ello es que los ciudadanos no realizan compras on-line debido a la desconfianza en el servicio y la posibilidad de fraude; los datos muestran que cerca del 70% de los entrevistados no ha comprado ni vendido por internet”.

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