¿Cuáles son los principales desafíos para el emprendimiento femenino en el Perú?

Emprendimiento Femenino

El Perú es un país donde la informalidad abarca gran porcentaje de su tasa laboral. El 77.3% de mujeres emprendedoras se encuentra dentro de este grupo, acto que viene contribuyendo, impulsando y promoviendo el dinamismo del sector privado y fomentando el crecimiento económico en general.

En las últimas décadas, los países de América Latina y Caribe, han registrado un aumento importante en el número de microempresas lideradas por mujeres, como un medio de empoderamiento económico y de superación (Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“En el Perú, el salario promedio del hombre es un 28% más alto que el de la mujer según Mujeres empresarias: barreras y oportunidades en el sector privado formal en América Latina (BID); y aunque el Perú, hoy en día, goza y se jacta por tener una de las tasas más altas de finalización de la enseñanza secundaria, aún los estándares de retorno en este aspecto son bajos y el costo de oportunidad es relativamente alto. Es conclusión, si bien la mujer consigue niveles educacionales más altos, no obtienen más empleos, ni mejor paga. Este es un escenario que aún nos toca luchar” expresó Ana Romero, Licenciaria & Cuarator de TEDxLima 2022.

Emprendedora

De acuerdo con el informe mundial del GEM 2020, la población femenina peruana se encuentra entre las más emprendedoras del mundo. 

El 30% de las mujeres entre 18 y 64 años está inmersa en alguna actividad de negocios nacientes o nuevos, contribuyendo a la reducción de la pobreza extrema en Latinoamérica.  Sin embargo,  las micro y pequeñas empresas de propiedad femenina son menos rentables y productivas, a comparación de las que son lideradas por el sexo opuesto. 

Esta situación es temporal; ya que a medida que las microempresas lideradas por mujeres crecen, hacia niveles medianos y grandes, la productividad se iguala o supera a las otras empresas gestionadas por los hombres.

¿Por qué cuesta tanto crecer?

Las mujeres son un importante factor económico empresarial en nuestro país, pero el tamaño de los negocios suele ser pequeño, inestable en el mercado; ya que no se cuenta con la sostenibilidad a largo plazo. La mayoría de estos negocios son pequeños, y crecer ante los gigantes del mercado o el sector, es una brecha constante, debido a las siguientes razones:

 Roles de género. Los roles tradicionales de género continúan haciendo el prospecto de “familia ideal” en donde el hombre es el sustento del hogar y la mujer se encarga de la casa, los hijos, y si desea trabaja. 

En el 2022, estos roles son completamente arcaicos, el trabajo en una familia es de dos. Sin embargo, los labores domésticos, pueden influir en el esfuerzo y el tiempo que pueden dedicar al negocio.

Aversión al riesgo y menos frecuencia de préstamos. Las mujeres emprendedoras, aman su emprendimiento, pero tienden al miedo a arriesgar todo por ese negocio, debido a que hay la necesidad y responsabilidades personales en relación a su entorno (familia). 

Postular a un crédito todavía sigue siendo un reto. Los empresarios y las empresarias difieren mucho en el uso de los recursos del crédito. Las mujeres suelen solicitar préstamos con menos frecuencia, montos más pequeños y dependen más a menudo de explicaciones sobre la inversión y el sustento para devolverlo.  

Concentración de Sectores. Mientras que los negocios de los hombres se distribuyen entre una variedad de siete grupos de industrias, los negocios de las mujeres son menores, y suelen ubicarse en brindar servicios. 

Ni hablar de los puesto gerenciales, solo el 22% de las mujeres ocupan puestos gerenciales, acto que es mínimo pero aunque cueste creerlo en el 2022, es un gran avance pero no es igualdad (EAE Business School junto con DCH -Organización Internacional de Directivos de Capital Humano)

 “Las empresarias se sienten menos capacitadas para enfrentar procedimientos complejos que sus contrapartes hombres. Esta situación se puede revertir a través de talleres de autoestima, coaching, empoderamiento ejecutivo y personal. La mujer empresaria de hoy busca reivindicación, a través del empoderamiento femenino, en búsqueda por las mismas oportunidades, en igualdad de condiciones que permitan alcanzar su desarrollo profesional y personal por sí misma”, sostuvo Romero.

Asimismo, enfatizó que lo que se busca es hablar de equidad y celebrar nuestras sanas diferencias entre mujeres y hombres como seres humanos, porque el respeto o el talento no tienen género. 

“Despertemos consciencia, activemos nuestro power desde la equidad en contextualizacion de cada historia para dejar radicalismos y extremismos que lejos de sumar, restan. Fácil es destruir, difícil es construir”, precisó.

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