El objetivo primordial de toda empresa es perdurar en el tiempo con ganancias, expansión y reconocimiento, por lo que existen ciertos factores necesarios para lograr llevarlo al éxito.
En este sentido, la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial SPRI ha elaborado un decálogo con los factores que influyen en el éxito de un proyecto empresarial que incluye en su Manual Práctico para Emprender:
1. Tener claros los objetivos
Al tener ya sean humildes o ambiciosos objetivos, se tienen quye ponerlos por escrito desde el principio y no perderlos de vista. No se tomarán las mismas decisiones si se quiere tener un negocio que heredarán los hijos, que si se aspira a hacer crecer la idea para venderla dentro de 5 años. El negocio necesita foco.
2. Conocer la actividad
Sin duda es de gran ayuda conocer la actividad de cerca antes de plantear un nuevo negocio relacionado.
3. Invertir tiempo antes de invertir dinero
Inevitablemente hay que conocer el mercado, centrar los objetivos, estudiar las claves antes de plantearse invertir dinero. Estos son los puntos básicos para definir el modelo de negocio.
4. Estar atentos a las necesidades cambiantes del mercado
Una de las fórmulas que permiten acertar con un negocio es dar con necesidades no satisfechas. Así que antes de crear una pequeña empresa, conviene hacer un estudio de mercado. De entrada, se reducirá muchísimo el riesgo de apostar por un negocio que no sea rentable y puede ayudar a enfocar mejor la idea o detectar otros nichos potenciales.
5. Diferenciarse de la competencia
La clave al comienzo es decidir qué tipo de información sobre la competencia se necesita. Esto dependerá del tipo de negocio que se tenga, del tipo de competencia al que se enfrente y del tipo de mercado o de sector industrial en el que se opere. Sin embargo, la mayoría de los negocios necesitan una información básica sobre la competencia.
6. Rápido reconocimiento de las oportunidades
¿Cómo encuentran los emprendedores más activos sus ideas de negocio? Con pequeñas vueltas de tuerca a actividades y productos tradicionales, buscando soluciones a problemas cotidianos, adaptando ideas de fuera, etc, todo para detectar oportunidades muy reales.
7. Olvidarse de la improvisación
Hay que tener rigor y tomar decisiones meditadas y contrastadas. Los mejores planes de empresa son aquellos que dedican un amplio espacio a un capítulo que se llama plan de contingencias. En definitiva, un negocio tiene que preguntarse antes de echar a andar: ¿qué puede ir mal?
8. Darse más de una oportunidad
Quizás la primera idea no es la más acertada, quizás las ideas sucesivas lo puedan ser.
9. Creer en el producto y saber cómo hacerlo
Es importante no olvidarse de lo básico: ¿Cómo se hace? ¿se dominan los procesos de transformación?
10. Rasgos del emprendedor innovador
Se debe tener apertura a nuevas ideas y una clara voluntad de aprender, confianza en sí mismo, coraje para luchar, absoluta certeza sobre la validez de la idea, visión a largo plazo, ser consciente de las implicaciones que conlleva ser emprendedor y disfrutar siéndolo.