El plan de 18 minutos que te hará más productivo

Muchas veces hemos empezado el dí­a con las mejores intenciones de hacer las cosas, pero por la tarde uno se preguntas qué pasó con la productividad. Y es que la vida laboral está llena de afrontar pequeños y persistentes problemas que, conforme va pasando el tiempo, pueden fácilmente llevarte al estrés.

Al respecto, Peter Bregman, autor de “18 Minutes: Find Your Focus, Master Distraction, and Get the Right Things Done” (18 minutos: Encuentra tu enfoque, domina la distracción y haz las cosas correctas), señala que con toda la tecnologí­a es demasiado fácil distraerse y, de hecho, generalmente le damos la bienvenida a las distracciones porque nos dan un descanso del trabajo que requiere esfuerzo y energí­a.

Para lidiar con estos contratiempos, Bregman ofrece el secreto para administrar efectivamente las distracciones creando un ritual diario de 18 minutos para enfocarnos a incrementar la productividad.

Paso 1: Planear (5 minutos)

Antes de comenzar el dí­a o revisar el e-mail, hay que sentarse con una hoja en blanco y escribir las tareas que harán exitosa la jornada de trabajo. Después, tomar el  calendario y agendar esas cosas a ciertas horas. Hay que poner las actividades más difí­ciles e importantes al principio del dí­a cuando las distracciones son menores y uno está más concentrado.

Paso 2: Reenfocarse (un minuto cada hora laboral)

Establecer una alarma en el celular o computadora para que suene cada hora durante la jornada laboral. Cuando se active, hay que preguntarse si se usó la última hora de manera productiva. Bregman dice que este ritual ayudará a volver al camino correcto cuando uno se distrajo.

Paso 3: Revisar (5 minutos)

Al final del dí­a se debe revisar qué funcionó, a qué se le puso mayor concentración y cuándo un se distrajo. Por ejemplo, si se hizo muchas cosas durante la mañana pero costó esfuerzo enfocarse por la tarde, se debe considerar agendar el trabajo que requiere concentración ( reportes de ventas, campañas de marketing, etc. ) lo más temprano posible. Y dejar otras tareas como revisar emails o monitorear estadí­sticas para la tarde.