Lo que deberí­as saber para “evaluar” a tu socio antes de asociarte

socioUn error recurrente en los empresarios que postulan para ejecutar obras públicas es asociarse con el “socio inadecuado”. Y esto porque en el ejercicio diario de la función financiera siempre se enfatiza en lo siguiente: “Ganar la Buena Pro no es la tarea más difí­cil en la Obra Pública”.

Desde este punto de vista, el punto más sensible es conseguir el FINANCIAMIENTO para la ejecución de la obra. Para muestra un botón: obras públicas inconclusas, mal ejecutadas, empresas sancionadas, y lo que es peor, sueños de los empresarios y comunidad en general por los suelos.

Todo esto, porque solamete se focalizó en “conseguir” la experiencia técnica dejando para después la tarea de obtener el FINANCIAMIENTO que permita la ejecución de la obra, la que muchas veces no se consigue o llega a un costo muy alto lo cual merma la rentabilidad de los presupuestos generando pérdidas, conflictos, arbitrajes, etc.

En este sentido hay que poner énfasis en las cinco razones más comunes que impiden a los empresas a acceder a financiamientos cuando no se elige al socio adecuado.

1. Mala calificación crediticia
Aquí­ se refiere a la forma como las empresas cumplen sus compromisos bancarios, comerciales, tributarios y laborales. Así­ que las instituciones financieras otorgan créditos a empresas que tienen la calificación “Normal” en los últimos seis meses. Se aconseja acudir a cualquier Central de Riesgos y solicitar un Reporte Crediticio para conocer la situación del “socio”.

2. Inconveniente historial de crédito
Ante el incremento de las Obras se exige evaluar si el candidato tiene experiencia crediticia en la banca. En este sentido, el historial crediticio apoya o perjudica al candidato. Muchas veces nos encontramos con empresas que cuentan con “experiencia técnica” pero nulo o diminuto historial crediticio. Esta situación perjudica al socio minoritario ya que generalmente, éste no cuenta con la experiencia técnica (lo que motivó el consorciarse con el “socio”) pero al no contar “éste último” con el historial crediticio según la cuantí­a de la nueva obra se hace riesgoso el otorgamiento del crédito.

3. Malos ratios financieros
Así­ como uno evalúa su salud chequeándose el colesterol, la presión arterial, la glucosa, etc, las empresas tienen indicadores conocidos como “ratios financieros” que muestran si están siendo conducidas en forma adecuada y cuenta con “salud financiera”.

Los ratios más comunes que se evalúan a los contratistas de Obras son los de “Liquidez” (Activo Corriente / Pasivo Corriente); “Endeudamiento” (Total Pasivo / Patrimonio); “Rentabilidad” (Utilidad Neta sobre Ventas); y Nivel de Ventas (en relación con el monto de la obra que postulan). Estos indicadores son evaluados para determinar si existe algún elemento de riesgo interno o externo que pueda perjudicar el adecuado uso del financiamiento que se solicita.

4. Nulo análisis de la Experiencia Técnica
Otro error común es no evaluar la “forma de ejecución” de las obras pasadas del “socio” quien aporta la Experiencia Técnica. En otras palabras no se evalúa la idoneidad técnica, que tiene por objetivo calcular la Capacidad de Ejecución Real y determinar la Capacidad Libre de Ejecución en el presente.

Se debe tener en cuenta también que no solamente debe evaluarse la ejecución pasada sino también las obras “en ejecución” pues lo faltante (no ejecutado) reducirá la capacidad de ejecución real del socio. Se aconseja evaluar a detalle la experiencia técnica pasada (Contratos de Consorcio, Contratos de Obra, Ultimas Valorizaciones, Arbitrajes, etc) y la presente.

5. No entregan documentos o no apoyan en la firma de documentos financieros
Es otro problema recurrente en los Consorcios cuando el “socio” estuvo presente y apoyó en la constitución y firma el Contrato de Consorcio (ante Notario Público) pero luego, una vez obtenida la Buena Pro, es renuente a entregar su información técnica respecto de obras pasadas y en ejecución, su información financiera o documentos generales (información interna de la empresa, socios o directivos).

Si uno es parte de un Consorcio, se supone que para efectos del financiamiento las instituciones financieras exigirán la firma de todos los integrantes del consorcio de la documentación contractual y de garantí­as (avales, hipotecas, fideicomisos, etc) los cuales muchas veces los “socios” no están dispuestos a asumir generando un clima de incertidumbre entre los socios dado que los plazos de presentación de fianzas son perentorios y que ha generado que en innumerables casos pierdan las Buenas Pro y se sancionen a todos los integrantes del consorcio porque así­ lo ordena la Ley de Contratación del Estado.

Así­ que se aconseja contratar a un asesor especializado que anticipe a todos los integrantes del consorcio de toda la información técnica, financiera y legal que será necesaria tener a disposición antes de postular un proceso y/o solicitar un financiamiento y que efectúa una evaluación técnica sobre toda ella.

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