Las 13 razones por las que una startup fracasa

StartupsUno de los retos que enfrentan quienes desean ingresar al mundo de las startups es evitar formar parte del 75% de emprendimientos que fracasan en su primer años porque no pueden devolver el capital a sus inversionistas.

Y es que impulsar un emprendimiento no es una tarea fácil. Por eso, la consultora CB Insights ha publicado un informe en el que detalla cuáles serí­an los 20 principales motivos por las que una startup no consigue seguir en el mercado.

1. No habí­a una necesidad en el mercado (42%)
Las startups de éxito son aquellas que resuelven un problema particular o mejoran la experiencia del usuario. Se puede tener muy buena tecnologí­a o buena reputación, pero si lo que se ha creado no atiende a ninguna necesidad que demande el mercado, poco puedes hacer con ello.

2. Falta de financiación (29%)
La falta de capital puede deberse tanto a la ausencia de inversionistas que apuesten por un proyecto como a la mala gestión del mismo. Muchas startups acaban cayendo incluso después de haber cerrado varias rondas de financiación por no haber llevado un buen control de la tesorerí­a.

3. No tener el equipo adecuado (23%)
La falta de un equipo multidisciplinar donde la suma de las distintas habilidades permita sacar el proyecto adelante fue citado con frecuencia como uno de los puntos crí­ticos.

4. Demasiada competencia (19%)
En muchas ocasiones la competencia surge posteriormente con actores en el mercado mucho más fuertes que una startup, pero otras veces se debe a un exceso de confianza en la ventaja competitiva al olvidar que ello no implica necesariamente descontento con lo que ya existe en el mercado.

5. No acertar en los precios (18%)
Antes de tasar un producto hay que averiguar si el mercado está dispuesto a pagar por él y cuánto. Al poner precio se busca el equilibro entre demasiado bajo o demasiado alto teniendo en cuenta que no es esta una variable que se preste a mucho juego por lo que la decisión es importante.

6. Desarrollo de un producto pobre o decepcionante (17%)
Cuantas más expectativas se levanta con el lanzamiento de un producto mayor es la obligación de cumplirlas. En este sentido siempre es mejor superarlas que rebajarlas, dado que un cliente impresionado sólo va a divulgar la bondades de la marca para recomendarla a otros amigos.

7. No tener modelo de negocio claro desde el inicio (17%)
Un modelo de negocio es importante por lo que las variaciones no deben ser muy radicales por lo que se puede diversificar la oferta, dar el salto a la digitalización, etc. pero nadie entenderí­a que, por ejemplo, una empresa nacida al amparo de la economí­a colaborativa se pasó repente a aplicar precios abusivos por sus servicios.

8. Falta de marketing adecuado (14%)
Muchos piensan que con lanzar un buen producto es suficiente, pero no tiene sentido adentrarse en el mercado sin saber el público a quién se dirige. Además de enfocar las acciones de marketing al target especí­fico, disponer de un bien perfil profesional en esta área puede salvar a la empresa de más de un atropello.

9. Ignorar a los clientes y estar enamorados de su idea (14%)
Ignorar a los usuarios es una forma probada de fallar. Y muchas veces ocurre que los emprendedores pasean su empresa “enamorados de su idea” desoyendo comentarios adversos de los clientes en vez de recopilar sus avisos e incorporarlos en el producto.

10. Timing (13%)
Igual que con el precio, la máxima es aquí­ ni demasiado tarde ni demasiado pronto. Si se demora de un lanzamiento permite a la competencia anticiparse y robar esa ventana de oportunidad, Y si se muestra un producto demasiado pronto se puede encontrar que el mercado no está lo suficientemente maduro como para absorberlo.

11. Perder el foco (13%)
En una startup conviene ser flexible, rápido y valiente para acometer los cambios cuando se detecta que algo falla o aprovechar otras oportunidades que se identifican sobre la marcha. Pero no se debe olvidar que los cambios exigen nuevas inversiones, tanto de tiempo como de fondos, y que estos se pueden dilapidar con tanta prueba.

12. Falta de entendimiento entre los fundadores y los inversores (13%)
Bien si se ignoran las demandas que los inversionistas exigen, bien por un exceso de celo y control, lo cierto es que, en un 13% de los casos, según el estudio que aquí­ se detalla, las startups terminan cerrando por falta de entendimiento entre las partes. Pero la discordia puede surgir también entre los cofundadores de la startup, un problema también fatal para las compañí­as.

13. Hacer cambios más o menos profundos en el modelo de negocio (10%)
Puede recurrirse a ello en fases de crecimiento de la empresa, aprovechando la inercia. El riesgo radica en no hacer cálculos nuevos y hacerlos sobre datos concretos. Hay numerosos ejemplos de cambio que han funcionado extraordinariamente, como Instagram o Gillette, pero también las hay que se han perdido el tomar otro camino equivocado.

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