La neurociencia explica por qué nos enganchamos al twitter

neurociencia1¿Por qué los consumidores se sienten atraí­dos a Twitter y no puedan dejar de usar esta red social?

Bien; un estudio relacionado con la neurociencia realizado por la firma Neuro Insight analizó la forma cómo responden los cerebros de los consumidores a las actividades que realizan diariamente en Twitter desde diversos dispositivos comparándolo con el estado del cerebro detectando de este modo qué es lo que hace tuitear sea diferente.

Se reveló que el cerebro de los consumidores se muestra más activo en ciertas áreas mientras están utilizando la red social. Por ejemplo, la forma en la que se reciben los mensajes conduce a una respuesta emocional fuerte.

De tal forma que las áreas relacionadas con los sentimientos de relevancia personal. La excitación emocional y la memoria están muy activas que durante el resto de cosas que puedan realizar durante el dí­a.

La diferencia es notable: quienes publican mensajes en Twitter muestran un 75% más de actividad ligada a la zona que marca la excitación emocional. Por otra parte, quienes la usan de manera pasiva (los que no tuitean pero sí­ leen los tuits de los demás) un 64% más.

Twitter y la memoria
Pero el punto más interesante es que el que afecta a la memoria y el cómo se recuerda lo que se ve en Twitter.

Este estudio demostró que el consumidor tiene diversos tipos de memorias. Una es la memoria inmediata, que hace que se recuerden cosas que se necesitan en el momento, pero es cortoplacista: el consumidor no recordará de forma permanente lo que está viendo y lo acabará olvidando.

Frente a ella se encuentra la memoria a largo plazo, que es la que hace que recordemos las cosas para siempre. Así­ que actualmente las marcas buscan con sus estrategias de marketing publicitario saltar de la memoria a corto plazo y compenetrarse en la de a largo plazo.

Para suerte de Twitter, el estudio de Neuro Insight concluyó que la actividad que los consumidores reciben por esta red social se almacena más fácilmente en esa área.

El detalle entonces no es que todo lo que los consumidores perciban en Twitter vaya a ser almacenado directamente en su memoria permanente, sino más bien que el cerebro está mucho más preparado para que así­ sea y donde el cerebro del consumidor capte fácilmente un mensaje que merece la pena pase de la memoria efí­mera a la permanente.

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