Ahora ganar dinero con tu vocación no es algo complejo. Ojalá todos pudieran darse cuenta de esto; una frase no está lejos de ser una realidad: todos somos buenos en algo o incluso expertos y no necesariamente hemos tenido una maestría para lograrlo.
Simplemente la vocación, el esfuerzo, tu misma exigencia y la alegría que genera vivir de lo que uno quiere.
Por ejemplo, si desde muy pequeño lo tuyo ha sido el canto, no tienes ningún problema de cantar en público y te das cuenta que lo haces bien ¿Qué más puedes pedir?. Las herramientas están en tus manos, lo que ahora faltan serían esas oportunidades de lograr lo que soñaste.
El arte por ejemplo es un camino de vocación; si te ha encantado expresar tu amor al arte en diferentes lugares y de diferentes formas, ganando concursos o simplemente llenando las paredes con tus cuadros, podrías pensar en ir a ferias para vender tus pinturas a un precio accesible.
O también exponerlas en una galería de arte, incluso de poderlas ofrecer a los amantes de la buena pintura, para coleccionarlas y de paso obtienes una buena ganancia por ello, haciendo lo que más te gusta… ¿Qué puede ser mejor?
Finalmente si sientes que desde pequeño estuviste siempre al lado de tu padre viendo todas las partes del carro, cuando desarmaba y armaba todo y aprendías observando a los mecánicos y luego un día surge una posibilidad de trabajar como ayudante en un taller o camino a casa ves a alguien con problemas con su vehículo en plena calle y lo ayudas, te das cuenta que es lo que realmente quieres.
Si eres o te sientes identificado con alguno de estos casos o con todos, puedes aprovecharlos para tomar las primeras oportunidades que lleguen a ti.
Utilizar tus habilidades y gusto pueden hacer más fácil seguir algún estudio y disfrutar de él mientras van abriéndote campo en alguna empresa o creando la tuya propia.
Pero ojo, esas pequeñas o espontáneas oportunidades aparecen y así como fácil vienen, fácil se van. No las dejes pasar!
