Son llamadas las “empresas gacela†que siguen una serie de prácticas comunes que explican por qué crecen muy rápidamente.
Mientras que la mayoría de empresas diseñan sus estrategias pensando en mantenerse en el mercado y se “conforman†con un volumen de negocio medio, las “empresas gacelas†ponen como factor estratégico el mayor crecimiento posible.
Precisamente, entre las prácticas habituales de las empresas más rápidas tenemos:
1. Invertir en I+D
La apuesta de estas empresas es por la innovación como motor de crecimiento por lo que dedican una partida de su presupuesto (entre un 2% y un 25%, dependiendo del negocio) a I+D, incluso cuando se trata de empresas que operan en mercados más tradicionales.
2. Profesionalizar la gestión de Recursos Humanos
Las “empresas gacelas†son muy sensibles al desarrollo de las personas que laboran en la empresa. Esta actitud se observa desde el principio: tienen procesos de selección y reclutamiento que normalmente las pequeñas y medianas empresas no incorporan. Y dentro de su política de Recursos Humanos también hay una inversión en formación, en desarrollo y seguimiento de la carrera dentro de la empresa.
3. Confiar en el marketing
Son empresas muy enfocadas al cliente, permitiéndoles diseñar estrategias de marketing y distribución muy precisas, de acuerdo a las condiciones de la empresa y del mercado objetivo. Precisamente, dentro de su estrategia de marketing, el elemento clave es el servicio al cliente. Por otra parte, también destinan una parte importante de su presupuesto a su estrategia de marketing, que depende, más que del tamaño del negocio, del mercado en el que se mueven.
4. Dominar el mercado
Otra característica es que son empresas muy competitivas porque prestan mayor atención a los mercados dedicando gran tiempo a analizar el mercado en el que se mueven a la vez que conocen modelo de negocio de sus competidores que les permite detectar con mayor rapidez los cambios en los hábitos de consumo, la demanda, etc.
5. Asumir riesgos
Las “empresas gacelas†ofrecen una postura más agresiva ante la incertidumbre que las empresas más convencionales. Aquí, su inclinación al riesgo está “planificada†e integrada en la estrategia. Por eso que hay empresas que dedican hasta el 20% de su presupuesto de I+D a arriesgar.
